Goethe el Botánico: fuerza científico-económica del nuevo milenio.

Rota-M., Carlos.

Pacific Development International, S.A., Panamá.


Resumen:

Se mueven las plantas. Que no existe planta sin movimiento afirme Raoul Francé, biólogo vienés con nombre galo. Conmovió a filósofos naturalistas de su día cuando demostró que las plantas mueven su cuerpo tan libre, fácil y grácilmente como los más consumados animales y humanos. No dejó, este cultor de la botánica de Goethe, sin el por qué lo apenas expresado: no percibimos el hecho porque las plantas se mueven a un paso mucho más lento que el de los humanos. Las raicillas de formas que evocan gusanos exhiben otra clase de paralelo: nada menos que con el cerebro. Sobre tal base accionan hacia abajo, hasta afincarse en el suelo. Gustan de él, mientras descienden. Accionan cuando ascienden. La ciencia goetheana enfoca enredaderas que buscan sus perchas. “Estoy muy cerca del secreto de la creación de las plantas, y aquella es la cosa más simple que uno pueda imaginar. La planta arquetípica será la más extraña criatura del mundo. . .con tal modelo y la clave a él, uno puede inventar plantas sin fin,” escribió Goethe a su amigo Johann Gottfried von Herder. De la botánica de Goethe arranca la agricultura biodinámica de Rudolf Steiner. De Steiner emana todo un sistema de economía. La presente monografía ahonda en los descubrimientos goetheanos y los patrones ancestrales atahualpinos. De los tales arrancan los cimientos de la ciencia del nuevo milenio.